La revisión de los trabajos de auditoría equivale a una segunda opinión sin coste para las empresas auditadas
Asistentes a la primera sesión del taller
Cuatro ojos ven más que dos ha debido pensar el legislador al implantar una normativa, que entra en vigor el próximo 1 de enero, y establece un sistema de revisión de segunda firma en los trabajos de auditoría. A efectos prácticos se traduce en una comprobación de los papeles de trabajo del auditor, algo similar a lo que en el ámbito de la salud significa una segunda opinión médica, según se ha puesto de manifiesto en el taller “Implantación de un manual de control interno en auditores individuales y pequeñas sociedades de auditoría” que ha organizado el Colegio de Titulares Mercantiles de Granada.
En opinión de uno de los ponentes, David García Vega, Miembro de la Subcomisión de Control de Calidad del Registro General de Auditores (REGA), el cambio no tiene ninguna repercusión económica para las empresas auditadas, si bien representa “un sello de calidad sobre los trabajos de auditoría, de forma que se incrementan los estándares de fiabilidad de la información que se suministra por parte de la empresa auditada hacia terceros, tales como socios, inversores, entidades financieras, etc.”.
Por el contrario, se inicia ahora un proceso de adaptación de los manuales de control de calidad a la nueva normativa en los despachos de auditoría que “modifica nuestros procedimientos de trabajo interno y deberá soportar el coste que conlleva la implantación del sistema”, explica.
Además de esta operativa se incluye una valoración más, la que emite un comité de seguimiento que comprueba que se están cumpliendo los estándares de calidad que establece la normativa, en un periodo de entre tres y seis años, en función del tipo de firma. Otra diferencia sobre la normativa actualmente en vigor se centra en el compromiso que deben adquirir los socios de una firma de auditoría, mediante el cual se obligan a implantar los nuevos sistemas de calidad.
Las variaciones no sólo implican modificaciones en los métodos de trabajo, sino que también exigen un cambio de mentalidad en estos profesionales, ya que la normativa ha estado inspirada en las grandes compañías de auditorías; ahora toca establecer las bases para que la transición sea lo menos traumática posible para los pequeños y medianos despachos.
Además de los controles de calidad interno, en este taller del Colegio de Titulares Mercantiles, Eladio Acevedo, secretario general del REGA, ha abordado las implicaciones de los controles de calidad externo, que son competencia del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, ICAC.