201410.02
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Las auditorías benefician a los usuarios de información financiera

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La mayoría de las empresas obligadas por la legislación a auditar sus cuentas aceptan este control como un trámite administrativo, el resto no suele contemplar esta opción, a pesar de que la auditoría representa un aval de su solvencia de cara a proveedores, clientes y, en general, cualquier usuario de información financiera. En este sentido la auditora de cuentas, Concha Valdevira, sostiene que “ya es hora de que las empresas tomen conciencia de que pasar una auditoria les aporta valor a sus cuentas, tanto de cara a las entidades con las que se relaciona la compañía, como por la tranquilidad que les aporta tener la certeza de que los estados financieros que presentan son los correctos”.
Una confianza en el trabajo del auditor que se acrecienta más si cabe cuando, a partir del inicio del próximo año, entren en vigor las nuevas Normas Internacionales de Auditoria (NIAS) entre cuyas novedades figuran las obligaciones y responsabilidades del auditor frente al fraude y las manifestaciones que debe hacer éste a todos los órganos de gobierno de las entidades. Aspectos, entre otros, sobre los que se ha centrado el Curso de Auditoría y Contabilidad que ha organizado el Colegio Oficial de Titulares Mercantiles de Granada.
Sin embargo, estos profesionales no están atravesando un buen momento, ya que su carga de trabajo ha disminuido en los últimos años, desde que empezó la crisis. La explicación está en que, en la provincia de Granada, como en el resto del territorio nacional, “muchas empresas han reducido su tamaño como consecuencia de las dificultades económicas que están atravesando; una reducción que, en algunos casos, se ha traducido en que dejen de estar obligadas a auditar sus cuentas y prescinden de ese servicio”, apunta David García, miembro del Departamento de Control de Calidad REA-REGA.
Aunque la figura del auditor es muy valorada, en especial en el mundo anglosajón, lo cierto es que también en la Unión Europea está adquiriendo más preponderancia como aval sobre la gestión de la empresa. Además, en países como Alemania y Portugal se ha creado recientemente la figura del experto contable, y la legislación de estos países obliga a que todas las cuentas vayan al menos contrastadas por este experto, que no llegaría al nivel de verificación de una auditoria, pero es algo más que un asesor contable. Valdevira estima que “deberíamos tender hacia este tipo de operativas para dotar de mayor transparencia a las cuentas que no están obligadas a auditarse”.
La tarea de los auditores es la de detectar irregularidades o fraudes en las cuentas, o dar el visto bueno a las correctas, y ponerlo de manifiesto, pero quedan al margen los organismos públicos, que se auditan por el Tribunal de Cuentas.

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